Reseña Histórica

La ciudad de Iguala es inmensamente rica en lo que a historia se refiere, desde la época prehispánica acaecieron en ella innumerables acontecimientos históricos, nuestro valle es fiel testigo silencioso de las costumbres chontales, cuya voz y tradiciones fueron apagadas tras la conquista de Yohuala por los aztecas, así mismo, ha presenciado crueles batallas, aunque también se ha cubierto de gloria.

En el año de 1821, el nombre de Iguala estuvo en boca de todos los mexicanos, debido a la proclamación del plan que lleva el nombre de la misma.

Invariablemente, Iguala posee la esencia chontal que hace 500 años nuestros antepasados dejaron impregnada, prueba de ello es nuestra gente, a quien Catalina Pastrana se refiere como “festiva y bullanguera”, y con justa razón, pues nadie podrá negar la alegría que en Iguala se percibe, aquí las fiestas nunca faltan, y en ellas el ambiente siempre es cálido, debido a la gran calidad humana de todos los igualtecos.

El nombre de Iguala inspira respeto en todo el país, el nombre de Iguala, ha inspirado la más bella poesía a una ciudad  (Yohualita. Catalina Pastrana.) y el más imponente y difundido canto bélico de una nación (Himno nacional Mexicano. Fco. Gonzáles Bocanegra).

Al paso del tiempo, a raíz de la conquista, el pueblo yohualteco resultó severamente afectado, al igual que nuestro país entero, pues los aztecas y chontales que aquí habitaban fueron forzados a trabajar, el territorio que hoy ocupa Iguala sufrió también un cambio irreversible, pues los conquistadores, en su afán por adaptar nuestra tierra a sus necesidades, alteraron totalmente nuestro ecosistema, nuevas especies de animales provenientes de todo el mundo, en su mayor parte europeos, entraron a nuestro pueblo y se volvieron parte del medio, años después y conforme el tiempo avanzaba, las “necesidades” que el progreso requería convirtieron el frondoso valle, que antaño solo poseía tecorrales, en una villa, que después paso a ser ciudad… nuestra ciudad de Iguala, donde ya los tecorrales están extintos, los animales naturales de la región se encuentran en pocas cantidades y ocultos en los cerros, lejos de la civilización que tanto los acosa, he aquí la ciudad de Iguala, donde ya todo es pavimento, y de los tiempos pasados solo nos han quedado  la historia y el recuerdo.