Drenaje

Durante muchos años el drenaje del municipio proporcionó un buen servicio, pero en los últimos años hemos vivido problemas gravísimos a causa del inmoderado crecimiento de la población, ya que, al no tener los tubos la capacidad que la nueva población demanda, las aguas negras han comenzado a fluir de las alcantarillas como si se tratara de manantiales, lo cual ocasiona graves problemas de salud a todos los habitantes.

El año pasado se vivió el escándalo de la calle de Obregón, que verdaderamente era zona de desastre ya que de todas las alcantarillas brotaban aguas negras y fétidas, acompañadas de basura y pedazos visibles de excremento, como el verdadero desastre que era se desplegó toda una campaña de salud dirigida por el Centro de Salud en la zona afectada, los periódicos y programas de radio no dejaban de sacar reportajes al respecto y la respuesta del H. Ayuntamiento tardó bastante en llegar. Después de mucho esperar y soportar aquellos fétidos olores se comenzaron a ver las acciones, siendo que se cambió toda la tubería de la calle de Obregón, que comprende desde el centro joyero hasta el periférico, tardó mucho tiempo y costó mucho dinero, pero finalmente valió la pena.

El caso de Obregón originó la preocupación de toda la ciudadanía y concientizó al gobierno municipal de la gravedad del problema, siendo que a partir de ese entonces se comenzaron a cambiar las tuberías del drenaje por otras de mayor capacidad en varios puntos de la ciudad, y se instalaron nuevas redes de desagüe.

Es importante señalar la adquisición del “hidrovactor”, que cuando se vio por primera vez en la ciudad se comentó que parecía una maquina salida de otro mundo, muchos alegaron al principio que esa maquina fue un gasto innecesario y que no iba a servir de nada, pero es digno de hacerse mención que esta curiosa maquina a servido indescriptiblemente para limpiar las tuberías del drenaje y darles mantenimiento, así como también ha sido de utilidad al cambiar las tuberías, ya que su función es la de extraer las aguas negras y expulsarlas por otra parte, como si se tratara de una “aspiradora”.